
Materia de Testamento
Gonzalo Rojas
A mi padre, como corresponde, de Coquimbo a Lebu, todo el mar, a mi madre la rotación de la Tierra, al asma de Abraham Pizarro aunque no se me entienda un tren de humo, a don Héctor el apellido May que le robaron, a Débora su mujer el tercero día de las rosas, a mis 5 hermanas la resurrección de las estrellas, a Vallejo que no llega, la mesa puesta con un solo servicio, a mi hermano Jacinto, el mejor de los conciertos, al Torreón del Renegado donde no estoy nunca: Dios, a mi infancia, ese potro colorado, a la adolescencia, el abismo, a Juan Rojas, un pez pescado en el remolino con su paciencia de santo, a las mariposas los alerzales del sur, a Hilda, l'amour fou, y ella está ahí durmiendo, a Rodrigo Tomás mi primogénito el número áureo del coraje y el alumbramiento, a Concepción un espejo roto, a Gonzalo hijo el salto de la Poesía por encima de mi cabeza, a Catalina y Valentina las bodas con hermosura y espero que me inviten, a Valparaíso esa lágrima, a mi Alonso de 12 años el nuevo automóvil siglo veintiuno listo para el vuelo, a Santiago de Chile con sus 5millones la mitología que le falta, al año 73 la mierda, al que calla y por lo visto otorga el Premio Nacional, al exilio un par de zapatos sucios y un traje baleado, a la nieve manchada con nuestra sangre otro Nüremberg, a los desaparecidos la grandeza de haber sido hombres en el suplicio y haber muerto cantando, al Lago Choshuenco la copa púrpura de sus aguas, a las 300 a la vez, el riesgo, a las adivinas, su esbeltez a la calle 42 de New York City el paraíso, a Wall Street un dólar cincuenta, a la torrencialidad de estos días, nada, a los vecinos con ese perro que no me deja dormir, ninguna cosa, a los 200 mineros de El Orito a quienes enseñé a leer en el silabario de Heráclito, el encantamiento, a Apollinaire la llave del infinito que le dejó Huidobro, al surrealismo, él mismo, a Buñuel el papel de rey que se sabía de memoria, a la enumeración caótica el hastío, a la Muerte un crucifijo grande de latón.
No conocía este texto pero me parece sensacional, creo que haré algo semejante para mi futuro, ja, ja!
ResponderEliminarUn abrazo de tu amigo Alfredo