miércoles, 2 de diciembre de 2009

En tierras blancas de sed


En tierras blancas de sed
partidas de abrasamiento,
los Cristos llamados cactus
vigilan desde lo eterno.

Soledades, soledades,
desatados peladeros.
La tierra crispada y seca
se aparea con sus muertos,
y el espino y el espino
braceando su desespero,
y el chañar cociendo el fruto
al sol que se lo arde entero.

Y en el altozano y en
las quebradas, como aperos
tirados como tendal,
tumbados de buhoneros,
aldeas y caseríos
llenos de roña y misterio.

Gabriela Mistral

2 comentarios:

  1. Un precioso poema de una gran escritora. Estuve en Chile hace muchos años y siempre he tenido cariño por esa tierra. No me extraña que te encuentres a gusto en ella. Un saludo.

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  2. Una de mis abuelas recitaba a Gabriela Mistral con gran facilidad, después de vivir 35 años en Valparíso. Tu blog me trae grandes recuerdos de nuestro amor a Chile. Gracias, Alfonsina.

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